Sección III
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2) La cera de uricuri (del Brasil o curicuri) extraída de las hojas de una variedad de palmera (Attalea excelsa).
3) La cera de palmera, exudada espontáneamente en la intersección de las hojas de otra variedad de palmera (Ceroxylon andicola), corre a lo largo del tronco del árbol; se presenta generalmente en trozos esféricos porosos y quebradizos, de color blanco amarillento.
4) La cera de candelilla, que se obtiene hirviendo en agua una planta de México (Euforbia antisyphilitica o Pedilanthus pavones); es una cera parda, traslúcida y dura.
5) La cera de caña de azúcar, que en estado natural se encuentra en la superficie de la caña y se separa industrialmente de la espuma de defecación del jugo durante la fabricación del azúcar; en bruto es una cera negruzca, blanda y con un olor que recuerda al de la melaza de la caña.
6) La cera de algodón y la cera de lino, contenidas en las fibras de estos vegetales, de los que se extraen con disolventes.
7) La cera de ocotilla, que se extrae con disolventes de la corteza de un árbol que crece en México.
8) La cera de pisang, procedente de una especie de polvo extendido en las hojas de algunas especies de bananeros de Java.
9) La cera de esparto, extraída del polvo que se forma al abrir las balas de esparto.
Las ceras vegetales de esta partida pueden presentarse en bruto o refinadas, blanqueadas o coloreadas, incluso moldeadas en bloque, varillas, etc.
Por el contrario, se excluyen:
a) El aceite de jojoba (o yoyoba) (partida 15.15).
b) Los productos llamados comúnmente cera de Mirica y cera del Japón (partida 15.15).
c) Las mezclas de ceras vegetales entre sí.
d) Las mezclas de ceras vegetales con ceras animales, minerales, artificiales o con parafina.
e) Las mezclas de ceras vegetales con grasas, resinas, materias minerales u otras materias (excepto los colorantes).
Estas mezclas están comprendidas, generalmente, en el Capítulo 34 (partidas 34.04 ó 34.05, principalmente).
II. Cera de abejas o de otros insectos, incluso refinada o coloreada.
La cera de abejas es la sustancia con la que las abejas forman las celdas hexagonales de los panales de la colmena. Puede ser o cera virgen o cera amarilla de estructura granulosa, color amarillo claro, anaranjado o incluso pardo, olor especialmente agradable, o bien cera blanqueada (al aire o por procedimientos químicos) de color blanco o ligeramente amarillento y olor tenue.
Se utiliza, en particular, para la fabricación de cirios, tela o papeles encerados, mástiques, betunes para el calzado o encáusticos.
Entre las ceras de otros insectos, las más conocidas son:
1) La cera de goma laca, parte cérea de la goma laca que se extrae de las disoluciones alcohólicas de esta goma, que se presenta en masas pardas que huelen a laca.
2) La cera «de China» (llamada también cera de insectos o cera de árbol), que es una secreción depositada por insectos en las ramas de determinados fresnos, especialmente en China, en forma de eflorescencias blanquecinas que, recogidas y depuradas por fusión en agua hirviendo y filtración, producen una sustancia blanca o amarillenta, brillante, cristalina, insípida, con olor que recuerda ligeramente al del sebo.
La cera de abejas o de otros insectos puede presentarse bien en bruto, incluso en forma de panales, bien fundida, prensada o refinada, incluso blanqueada o coloreada.