Sección XI
57.022
Entre las alfombras y demás revestimientos para el suelo, de materias textiles comprendidos aquí, se pueden citar:
1) Las moquetas y alfombras similares, que llevan un tejido de fondo sólido oculto, bien por una superficie exterior aterciopelada, es decir, formada por yuxtaposición de pelos ( o penachos ) colocados verticalmente, o bien, por una superficie formando bucles.
La superficie de estas alfombras se obtiene con hilos de urdimbre suplementarios (hilos de pelo) más largos que los restante hilos de urdimbre y que durante la operación del tejido, forman bucles en el haz, gracias a la interposición provisional de varillas metálicas (hierros). Cuando los bucles se cortan para que formen el pelo, resultan las alfombras aterciopeladas (figura 4); en esta clase de alfombras, los pelos están simplemente montados sobre los hilos de trama; si por el contrario, los bucles permanecen intactos, las alfombras obtenidas se llaman rizadas o acanaladas (figs. 4 y 5)
Las alfombras pueden ser lisas o llevar motivos que se tejen en un telar con dispositivos que permiten obtener un dibujo mediante dos a cinco colores diferentes (por ejemplo, el telar Jacquard).
También se fabrican tejiendo cara a cara dos tejidos con una urdimbre suplementaria común que va de una a otra; se corta seguidamente esta urdimbre, permitiendo así obtener, simultáneamente, dos alfombras de superficie aterciopelada.