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Sección VI

35.073

 

 

4)      Las enzimas de malta.

 

Sólo se trata aquí de las amilasas de la malta.

 

Los extractos de malta se clasifican en la partida 19.01.

 

5)      La papaína, las bromelinas y la ficina.

 

Se designa con el nombre de papaína, tanto el jugo desecado del papayo (Carita papaya) como las dos fracciones obtenidas a partir de éste, la papaína en sentido estricto y la quimopapaína.

 

La papaína se utiliza, por ejemplo, para la fabricación de cervezas estables al frío, en la preparación de productos para ablandar la carne (véase el apartado C) 1º) anterior) o en medicina.

 

El jugo desecado, que sólo es parcialmente hidrosoluble, corresponde a la partida 13.02.

 

Las bromelinas se obtienen de la piña tropical (ananá).

 

La ficina se obtiene a partir del jugo lechoso de algunas higueras.

 

6)      Las amilasas y las proteasas procedentes de microorganismos.

 

   Algunos microorganismos, colocados en medios de cultivo apropiados, segregan cantidades considerables de amilasas o de proteasas.

 

Después de separar las células y otras impurezas, las disoluciones se concentran por evaporación al vacío a bajas temperaturas y las enzimas de estas disoluciones se precipitan por adición de sales inorgánicas (como el sulfato de sodio) o disolventes orgánicos miscibles en agua (acetona, por ejemplo).

 

Como ejemplos de amilasas y de proteasas microbianas, se pueden citar:

 

a)   Las a–amilasas bacterianas.

 

Las a–amilasas bacterianas (obtenidas fundamentalmente por medio del Bacillus subtilis) son enzimas que licúan el almidón y que se utilizan para la producción de adhesivos o de recubrimientos a base de almidón para papeles, en panadería o en otras industrias alimentarias o para la obtención de productos de desencolado en la industria textil.

 

b)   Las amilasas fúngicas.

 

Las amilasas fúngicas son esencialmente a–amilasas procedentes de cultivos de mohos y principalmente de los géneros Rhizopus o Aspergillus.

 

Su poder de licuefacción, aun siendo destacado, es sin embargo inferior al de las amilasas bacterianas.

 

Las amilasas fúngicas encuentran numerosas aplicaciones en las industrias alimentarias.

 

Hay que destacar que las amilasas fúngicas contienen a veces proteasas, gluco–oxidasa e invertasa.

 

c)   Las amiloglucosidasas.

 

Estas enzimas, obtenidas por ejemplo a partir de mohos de los géneros Rhizopus o Aspergillus, son poderosos agentes sacarificantes, pero no poseen ninguna propiedad de licuefacción. Se utilizan para obtener un alto rendimiento en dextrosa a partir de sustancias amiláceas.

 

Se emplean principalmente para la producción de dextrosa y de jarabes de glucosa y corno sacarificantes en los caldos de fermentación de alcohol de granos.

 

d)   Las proteasas.

 

Las proteasas bacterianas son enzimas proteolíticas (obtenidas a partir del Bacillus subtilis) que se usan en la fabricación de agentes desencolantes para la industria textil, como ingredientes en algunos productos de lavado o en cervecería. Las proteasas producidas por los mohos se utilizan en medicina o en farmacia.