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Sección XVIII

90.292

 

 

   Las devanadoras para numerar los hilos, los torsiómetros y aparatos similares, que lleven un cuentarrevoluciones, se clasifican en la partida 90.31.

 

2)      Contadores de producción.

 

             Estos aparatos, que son de construcción análoga a los precedentes, se utilizan principal­mente para medir longitudes (por ejemplo, en las máquinas de hilar o de retorcer), para contar los movimientos de una máquina (balanza automática, bomba, las pasadas de un telar, etcétera) o el número de piezas (hojas impresas que salen de una rotativa, piezas conducidas por una correa transportadora, billetes de banco, etc.). Lo más frecuente es que se empleen incluso verdaderos cuentavueltas que dan indicaciones de longitud o un número de piezas en función de la rotación del eje de mando.

 

             Los contadores de producción electrónicos están basados en el principio según el cual los objetos que se cuentan interrumpen los rayos captados por una célula fotoeléctrica y el contado lo realiza a continuación un aparato registrador.

 

             Existen contadores múltiples que realizan, por ejemplo, el control del trabajo efectuado por varios obreros en la misma máquina.

 

   Se relacionan con este grupo, los contadores de comunicaciones con mecanismo electro­magnético, que se utilizan en las centrales telefónicas automáticas para el cálculo del número de llamadas telefónicas realizadas por un abonado; constan generalmente de un electroimán que desplaza el mecanismo registrador (contador de rodillos cifrados, etc.) cada vez que por sus bobinados pasa un impulso eléctrico.

 

3)      Contadores de horas de trabajo para máquinas, motores, etc.

 

             Son en realidad cuentavueltas calibrados en horas de trabajo.

 

4)      Contadores de entradas.

 

             Se trata aquí de contadores accionados por torniquetes u otros dispositivos colocados en la entrada de museos, parques, terrenos de deporte, etc., y que totalizan el número de visi­tantes o de espectadores.

 

5)      Contadores de billar.

 

             Se clasifican aquí los totalizadores de puntos, de rodillos o similares, accionados normal­mente a mano.

 

             Se excluyen de esta partida los contadores con mecanismo de relojería que indican el tiempo de juego, o bien, la cantidad que hay que pagar en función del tiempo (p. 91.06) y los contadores de puntos, de bolas o de cursor (p. 95.04).

 

6)      Contadores de fracciones o de intervalos de tiempo, llamados «contadores de tiempos cortos», que no llevan, al contrario que los del capítulo 91, ni mecanismo de relojería, ni motor síncrono, así como los contadores de impulsos (por ejemplo, contadores de viajeros en los coches, trenes, etc.).

 

7)      Taxímetros:

 

             Estos aparatos, que se utilizan en los vehículos de transporte, tienen generalmente meca­nismo de relojería e indican el importe tanto en función del tiempo como del camino reco­rrido.

 

8)      Cuentakilómetros.

 

             Se trata de cuentarrevoluciones o cuentavueltas generalmente para vehículos, graduados en unidades de longitud (kilómetros, millas, etc.). Sin embargo, la mayor parte de estos totalizadores están combinados con un velocímetro.

 

9)      Podómetros (llamados también odómetros, cuentapasos).

 

             Son instrumentos en forma de reloj que sirven para medir aproximadamente las distancias; tienen un péndulo que, a cada paso, hace avanzar el rodaje una unidad. Del número de pasos y de la longitud de éstos, se deduce la distancia recorrida.